miércoles, 27 de mayo de 2009

Un poco de historia...

Todos sabemos que la fé mueve montañas, y que San Expedito actúa de forma urgente ante las necesidades solicitadas.
Pero muy pocos conocen la historia de San Expedito, y recorriendo encontre ésto que les puede ser muy útil:

SAN EXPEDITO

Historia del santo de las causas urgentes y justas.
Fue un militar del Imperio Romano y poseía el cargo de una legión.
Vivió a princios del siglo IV. Se cuenta que un día alcanzado por la gracia de Dios, resolvió cambiar su vida y convirténdose al cristianismo. En ese momento, se le apareció, con la forma de un cuervo, el espíritu del mal.
Este gritaba " cras...! cras...! cras...!, palabra que en latín, quiere decir " mañana...mañana....mañana". Posterga esta decisión para mañana!. ¡No te apresures! ¡Espera para convertirte!. Entonces, San Expedito, pisoteo al cuervo gritando ¡¡HOY, nada de postergaciones!!
Por esta causa, San Expedito es un Santo que escucha ya qyuda a resolver todos los casos urgentes, al momento. En especial, los casos que, si se demoran, traen un gran perjuicio para la persona que lo necesita .
SAN EXPEDITO, no escucha para que lo veneren. Lo hace para que nos acerquemos a Dios, sin dilaciones, y para ello nos da su ejemplo.
Cuando San Expedito se convirtió en cristiano, empezó a proteger a los desdichados mártires, que devoraban los leones, en el circo. Y por esa causa, lo arrestaron, e interrogaron. No sabiéndose exactamente, cuando eso sucedió. En qué fecha. Aunque se sabe que el día que murió San Expedito, ha sido un 19 de Abril.
Su culto se ha difundido, especialmente en estos últimos tiempos. Aunque se dice que la devoción por San Expedito comenzo en Sicilia, a mediados del siglo XVII. Y se destacan las ciudades de Mesina y Arcireale.
En 1781 allí, lo declararon segundo patrono de la ciudad. También patron de comerciantes y navegantes, y especialmente como protector para lograr inmediata solución a los problemas que requieren urgencia, cuando las personas pasan por aflicción severa y desesperación. Junto a Santa Rita y San Judas Tadeo, es considerado el patrón de las causas justas y urgentes.

Fuente: http://www.altaresvirtuales.com/sanexpeditohistoria.htm


Espero que les haya gustado y cualquier cosa que quieran agregar, éstas puertas estaran siempre abiertas.

Triduo a San Expedito

Cuando tengan un pedido muy urgente, rezen este triduo a San Expedito para que vuestra gracia se conceda rápidamente.

Primer día

Glorioso San Expedito, vengo a implorar tu socorro y obtener de Dios, por tu intercesión, las gracias que solicito de su misericordiosa bondad.
Admiro tu dedicación y fidelidad al deber de estado. Por la manera por la cuál desempeñaste tus deberes de soldado y de jefe, enseñaste a todos que no hay estado de vida en el que no podamos santificarnos. Basta para eso cumplir cristianamente todas las obligaciones.
Concédeme pues, por los méritos que adquiriste delante de Dios en el cumplimiento de estos deberes, la gracia de cumplir yo también fielmente, los de mi propio estado sin jamás lamentarme ni acobardarme.
Concédeme además de eso, las gracias que solicito del cielo durante este Triduo.
Amén.

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Segundo día

Gloriosos San Expedito, yo admiro en tí la rapidez con que en cualquier ocasión actuabas para el cumplimiento de tu deber. Por eso eres el modelo de la generosidad y del celo con que debemos dedicarnos al trabajo, muy especialmente de nuestra santificación.
Por los méritos que adquiriste de este modo, ven en auxilio de mi tibieza en la práctica de la virtud, a fin de que me separe completamente de los lazos que me ligan al pecado y que pueda darme más enteramente al servicio de Dios y del prójimo con generosa actitud.
Concédeme además de eso, las gracias que solicito del cielo durante este Triduo.
Amén

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Tercer día

Glorioso San Expedito, la prueba y el sufrimiento nunca te fueron evitados. Supiste aceptarlos con coraje y confianza. Y con el fin de asemejarte más al Divino Crucificado, no rehusaste de verter tu sangre por él. ¡Cuán lejos estoy de imitarte! Ante las menores pruebas y dificultades cotidianas, me lamento, gimo y a veces me revuelco, en vez de aceptarla fillialmente como venidas de la Divina Providencia.
Enséñame pues, a no lamentarme jamás y antes aceptar generosamente, para purgar mis faltas, todas las cruces que me reserva la Divina Providencia.
Concédeme además de eso, las gracias que solicito del cielo durante este Triduo.
Amén

Rezar un Padre nuestro, Ave María y Gloria.